El Madrid sube del 13 al 3 en el Ránking UEFA con Cristiano
El próximo Galáctico de Florentino tiene que ser Cristiano Ronaldo. El presidente debe echar el resto en la renovación del portugués. No sólo por su fútbol y sus goles, sino por el efecto que ha tenido en el Real Madrid desde que llegó. Cuando fichó, Cristiano se encontró al Madrid en el puesto decimotercero del Ránking UEFA, el peor desde que existe esta vara de medir. Cabalgando a lomos del portugués el club ha escalado diez puestos y hoy es tercero. Una posición que nunca debió perder, pero a la que no se acercaba desde los Galácticos originales, hace una década. Este efecto Cristiano no se ve como sus goles, no se nota como su juego, pero es de verdad el que solivianta a los rivales. Porque Cristiano es para el Madrid lo que la melena fue para Sansón. Los defensas le buscan de palabra y obra. Le insultan, le dan codazos y le atizan patadas sabedores de que con cada gol de Cristiano el Madrid gana partidos y sube en el escalafón.
El portugués, no hace tanto, replicaba a los puyazos. Y con ello perdía concentración y capacidad de hacer daño. Ahora no. Ahora emplea toda su formidable energía en marcar goles. El año pasado dejó de recuerdo en San Mamés un gol y una peineta. Este domingo cambió la peineta por otro gol. Y esto es lo que duele de verdad. Por eso le zurran los rivales y le pitan fuera con tanta pasión como le aplauden en el Bernabéu. Y Cristiano lo ha conseguido él solo, sin Figos, Zidanes ni Ronaldos. También sin la protección de los árbitros. O por lo menos sin el mismo interés que ponen en proteger al único que resiste la comparación, a Messi. Por todo esto, el próximo Galáctico tiene que ser Cristiano.