De Leónidas a Harry Potter
Antes de llegar al área enemiga, desde los graderíos caía una lluvia de piedras que nos obligaba a retroceder". No es Leónidas en la batalla de las Termópilas. Es Alfredo Di Stéfano recordando el último partido del título de Liga que ganó con la camiseta de River Plate en la cancha de Atlanta. ¡En 1947!
La modernidad está reñida con el balompié, pero también con el infierno. El del pecado y el azufre, cada día más fresquito y relativo; y el de los estadios del mundo, año tras año más parecidos entre sí, homogeneizados, asépticos, arquitectónicamente imponentes, pero políticamente correctos. Las bengalas, los ambientes hostiles y los miedos escénicos hoy no justifican derrotas en la élite. El infierno, en el fútbol, ya ni siquiera son los otros: el infierno está en uno mismo, en el equipo que dude de su identidad. De la respuesta que dé mañana el propio Real Madrid en Estambul va a depender que se alargue un día más el topicazo del infierno turco, o que descubramos al equipo de Harry Potter en los colores de las bufandas del Galatasaray.