Gasol se topa con las urgencias de D'Antoni
El objetivo no es el récord. Miami está a siete victorias del récord histórico de triunfos consecutivos. Hoy tiene un partido peligroso en Chicago, el viernes en Nueva Orleans (donde han perdido en la última semana Boston, Memphis y Denver) y el domingo en San Antonio. Lo importante no es tanto hasta dónde llegue la racha sino cómo se asumirá y asimilará la primera derrota. La adaptación al cambio de costumbre y registro.
La encrucijada de Gasol. La peor temporada de Pau Gasol se dirime entre la tenacidad para encontrarse utilidad en los Lakers de Howard y D'Antoni y las secuelas de esta responsabilidad profesional en su rendimiento particular. La inactividad de cuarenta días por lesión se encontró con las urgencias de su entrenador. D'Antoni se alteró por la lesión de tobillo de Bryant y por un repentino descreimiento hacia Earl Clark. Gasol, aún falto de ritmo, recupera de sopetón y con pavor las referencias visuales y espaciales de jugar a siete metros del aro. Esta temporada ha lanzado un 37% de sus tiros desde más de cinco metros de distancia.
Dallas amenaza. Dallas Mavericks, por inercia de resultados recientes, es el principal enemigo de los Lakers en la lucha por los playoffs. Tras su título de 2011, el control presupuestario alejó al equipo de Dirk Nowitzki de la élite. Intentaron nutrirse de los descartes reconstructivos de los Lakers, pero el tiro se encasquilló. Derek Fisher se marchó con engaños y buenas palabras cuando comprobó que no había opciones para su sexto anillo. Y Lamar Odom En Dallas siguen sin explicarse por qué llegaba tarde antes de los partidos en casa si vivía a una sola manzana del pabellón.