El lujo de los equipos españoles

Siempre he tenido un reconocimiento sincero y creo que justificado por los equipos españoles del Mundial. Me parecen una pieza clave del éxito de nuestro motociclismo y podemos presumir de contar con algunas de las estructuras más cualificadas y eficaces del campeonato, como la que se acaba de presentar de Aspar. Un año más vuelve a tener presencia en las tres categorías, superando los innumerables y severos escollos de una coyuntura económica poco propicia para estos despliegues. Pero Aspar se está revelando un empresario tan habilidoso como el piloto campeón que fue y es capaz de sacar adelante un proyecto ambicioso e ilusionante. Quizá ahora no piense en los títulos de todas las categorías, pero seguir en la brecha ya es su primera victoria.

Si debemos disfrutar del momento dulce de los pilotos, el mismo planteamiento debe aplicarse a los equipos. No siempre hemos gozado de los privilegios de tener tantos y tan buenos, hubo un tiempo en el que las escuderías españolas eran casi una anécdota en el paddock mundialista. Por suerte, eso cambió y gracias al esfuerzo de buenos conocedores de este deporte y del negocio que lo envuelve, España puede considerarse también una potencia en este sentido. Apasionados como Alzamora, Sito Pons, Pablo Nieto o el propio Aspar que ponen todo su saber hacer al servicio de los chavales que deben seguir dándonos esos éxitos de los que disfrutamos cada domingo. Y si su tarea es siempre meritoria, en estos tiempos que corren es casi milagrosa.