Aparecen síntomas positivos

Aparecen síntomas positivos

Soy poco amigo de las conclusiones precipitadas, entre otras cosas porque creo que demasiado a menudo suelen terminar en error. El arranque del Mundial en Australia nos invitó al optimismo sobre el potencial del nuevo Ferrari, pero es evidente que queda tanto por ver y descubrir que hay que poner en cuarentena lo que vimos en Melbourne. Sin embargo, no por ello deja de ser cierto que existen síntomas que deben ser tomados como claramente positivos, partiendo de la base de que cuentan con el inmejorable aval de la lógica... aunque esto sea algo lejos de resultar infalible en el deporte. Por ejemplo, es evidente que el ritmo de Alonso en Albert Park fue tan bueno como el de Raikkonen y que sólo ir a una parada menos aupó al finlandés hasta el triunfo.

Por otra parte, tienen todo el sentido las advertencias que desde Lotus han lanzado sobre la posibilidad de que su ventaja con la gestión de los neumáticos se convierta en la tónica de la temporada; las condiciones meteorológicas, los compuestos elegidos, incluso las características del trazado pueden hacer variar de manera significativa el rendimiento de los monoplazas con estos Pirelli tan imprevisibles y la primera constatación de ello bien podría llegar este fin de semana en Sepang. Como tercera evidencia motivadora aparece que el F138 sí que parece un punto de partida mucho más solvente que su predecesor y que la brecha respecto a los otros monoplazas punteros, sobre todo Red Bull, se ha reducido. Así que desde la prudencia, sólo festejar estos brotes verdes...

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