El poder y las reacciones
Según una lista de Forbes publicada el pasado diciembre, Joseph Blatter ocupa el puesto 69º entre las personas más poderosas del mundo, por delante del ruso Alexey Miller, presidente de Gazprom, el mayor productor del mundo de gas natural. A Blatter le preceden políticos (Obama, Merkel y Putin copan el podio), billonarios, dictadores, genios de Silicon Valley, un narcotraficante del cartel de Sinaloa y un Papa; cabe imaginar que el quinto puesto de Benedicto XVI habrá sido ocupado, y probablemente mejorado, por Francisco I (nueve meses más joven que Blatter, por cierto).
Dineros y almas al margen, ningún integrante de esa poderosa lista tiene una vida tan apacible como el presidente de la FIFA, ajeno a los vaivenes de la Bolsa, del petróleo, de las guerras o de la falta de fe. Blatter es monarca de un reino desarmado formado por 250 millones de futbolistas federados y por un número incontable de fieles. No es de extrañar, por tanto, la repercusión mundial de la primera parte de su entrevista en AS.
En Francia, por ejemplo, se destaca su indisimulado enfrentamiento con Michel Platini, presidente de la UEFA. En el portal Football.fr se puede leer: "Blatter no deja pasar la ocasión de criticar a Platini y remarcar sus diferencias sobre la aplicación de la tecnología en el fútbol. Según dice, el único que no la quiere es Platini". En la versión digital francesa de Eurosport se titula: "Enésimo round". "Aunque Blatter insiste en que no tiene nada contra Platini, continúa atacando sus opiniones (...), como si fuera un candidato en campaña". En ambos casos se reproducen amplios extractos de la entrevista de Alfredo Relaño y Joaquín Maroto.
Desde Italia, La Gazzetta afirma en su edición digital que "Blatter ha puesto en el punto de mira a Platini, la UEFA y también a Collina", promotor de los árbitros de área, idea que rechaza el presidente de la FIFA en favor del Ojo del Halcón.
El portal Goal.com, traducido a más de 20 idiomas, es otro de los medios que se hace eco de las declaraciones de Blatter y de su guerra contra Platini. La entrevista prosigue (aún falta un capítulo) y las reacciones no cesan. Hoy habrá más y lo de mañana no será menos. Forbes tiene razón. El poder también es esto.