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Balonmano: la hora de la verdad

El balonmano pasa por ser el tercer deporte por equipos en rango: fútbol, baloncesto y balonmano. La idea que se tiene de él es que se trata de un deporte profesionalizado en el que nos ha ido bastante bien. Hasta somos bicampeones del mundo. La historia del balonmano, además, tiene unos cuantos nombres que nos resultan familiares: Perramón, Lorenzo Rico, Cecilio Alonso, Barrufet... Pero ahora el balonmano lo está pasando mal. Se han acabado las subvenciones y hay menos patrocinadores. Tiene que comenzar a vivir de lo que genera. Y ahí viene el problema. Mientras el Ademar está en concurso de acreedores, el Atlético clama porque acuda la afición. Teme no sólo por la eliminatoria, sino por la continuidad del equipo.

Cuando el Atlético patrocinó al Ciudad Real por un millón de euros a cambio de su nombre, la afición rojiblanca respondió y hubo partidos que daba gusto verlos, con 11.000 espectadores en Vistalegre. Pero aquello pasó, la Liga está perdida y la plantilla teme que si los aficionados no responden, el Atlético no quiera saber nada la próxima temporada. Pues los propios seguidores del Atlético y los aficionados al balonmano tienen la palabra. Por diez euros se puede ver esta tarde al Atlético contra el Fuchse alemán. Ha llegado la hora de la verdad. ¿Interesa o no el balonmano? En León el problema es distinto. Hay una deuda de medio millón y los 3.000 socios que tiene el Ademar no dan para pagarla. Sí, el balonmano está en un brete.