La pizarra, única arma ante Miami
No es sólo racha. La larga racha de victorias consecutivas de Miami Heat no es especialmente relevante, lo concluyente es su potencial. Hace cinco años Houston Rockets logró veintidós triunfos seguidos con Yao Ming, McGrady y Scola en sus filas y cayó en primera ronda de playoffs. Curiosamente hay un denominador común a ambos equipos: la presencia de Shane Battier.
La pizarra es el arma. Los Heat no parecen tener un enemigo de su talla competitiva en el Este. Parece que ni siquiera el mejor Derrick Rose podría evitar la tercera final consecutiva de Miami. A estos Heat sólo se les puede batir con una gran preparación táctica, con inteligencia de juego, a base de pizarra y método. Y resulta que en el Oeste, San Antonio, Memphis y Los Angeles Clippers están por delante de Oklahoma City Thunder en esos aspectos.
Otro ogro del Madison. El base de los Golden State Warriors Stephen Curry le ha metido 80 puntos a los New York Knicks en dos partidos. Su padre, Dell Curry, coincidió en pista con seis jugadores de estos Knicks, el equipo de mayor edad media en la historia de la NBA. Sólo Kobe Bryant (61) y Michael Jordan (55) han anotado más puntos que Curry (54) como visitantes en el Madison.
Los genes del tiro. El tirador de los Heat Ray Allen ha revelado que su récord de triples consecutivos en un entrenamiento es de cerca de 70. Cuentan en Brasil que Oscar Schmidt llegó a anotar un día 90 seguidos, entrenando con el Flamengo. También se dijo que durante la etapa de Drazen Petrovic en los Nets el croata se vio obligado a anotar 97 en 100 intentos por una apuesta con su compañero Kenny Anderson.