Un adiós en varias versiones
La historia de José Mourinho en el Real Madrid tendrá al menos dos versiones y seguramente más: ganó porque era lo mínimo ya que contaba con la mejor plantilla de la historia, dirán unos; fue responsable de todas las victorias y de ninguna derrota, contarán otros. El caso es que está a punto de irse uno de los mejores representantes de su profesión, y perdemos glamour, personalidad, controversia, el protagonismo excesivo del 'otro fútbol', un enemigo, un amigo. Dijo que iba a poner una bomba sobre la alfombra roja en la que, según él, vivía el Barcelona y así lo hizo, porque así lo hace siempre con sus rivales. Y entre tanto ruido costará un buen rato poder analizar con calma lo que ha dado al fútbol español.
Si recuerdan, Guardiola dijo que la llegada de Mourinho le iba a hacer mejor entrenador. ¿Dejará el portugués alguna lección en el país que le enseñó tanto cuando era un pipiolo? ¿Creará escuela? ¿Quedará el Madrid tan tocado por su marcha como quedó el Chelsea o el Inter, con sus jugadores sintiéndose huérfanos y exprimidos por la extrema exigencia de su líder? La Liga ganará en calma y perderá atractivo internacional.