Falcao tiene que aparecer

No entraré en los lloriqueos arbitrales, aunque podría hacerlo porque el gol de la Real Sociedad fue en un claro fuera de juego y debo de reconocer que la derrota fue justa. El Atlético sigue siendo especialista en aguar sus propias fiestas. Empezó el día del Centenario (con la derrota ante Osasuna) y no para. En el día de Cholismo el equipo volvió a errar y lo más preocupante no son los tres puntos que volaron sino que Falcao sigue sin aparecer. El colombiano es una sombra del goleador rutilante que nos enamoró a todos el año pasado. Ahora no encuentra su sitio en el campo y los colchoneros viven a golpe de las acometidas de un Diego Costa que se deja el alma sobre el campo. Encima, sigue faltando un cerebro del último pase, y, entonces, se junta el pan con las ganas de comer: al Atlético le cuesta Dios y ayuda hacer un gol y ya es una meta casi imposible remontar un resultado y más ante un conjunto donostiarra que supo en todo momento cerrar huecos atrás.

Golpe moral para un equipo que estaba lanzado, aunque los resultados le permiten seguir mirando con tranquilidad el objetivo de Champions. Tampoco me convenció que el entrenador no sacara a Óliver en la recta final para inventarse el milagro.