Recuperar la confianza en Ferrari

La cosa pinta mucho mejor que hace un año, eso parece indiscutible. El F138 es un Ferrari que invita al optimismo, pero yo tengo que reconocer que prefiero mantener cierta prudencia. Hemos escuchado tantas promesas incumplidas en los últimos tres años y tantas excusas, que la Scuderia debe recuperar ya el crédito perdido a golpe de éxitos, no de palabrería. Cierto es que la evolución del F2012 llegó a ser sorprendente en algunas fases de la pasada temporada, pero hay que considerar que sobre una base mala es mucho más sencillo mejorar que cuando se trabaja sobre otra de mayor solvencia. Por eso parece esencial que el planteamiento de Pat Fry sea certero y el monoplaza que hemos visto en la pretemporada sea capaz de seguir mejorando.

Ya sabemos que en esta Fórmula 1 de castas, los grandes no levantan casi nunca el pie del acelerador de la evolución. Los coches pueden cambiar de forma significativa de unas carreras a otras, así que pensar que los rivales de Alonso se van a quedar de brazos cruzados resultaría un grave pecado de exceso de confianza. El Red Bull sigue preocupando sobre una base que es prácticamente la de 2012, así que cuando aprieten los dientes puede que la brecha vuelva a abrirse... o no si en Maranello son capaces de reaccionar. Por eso digo que me encantaría volverme a ilusionar con el potencial que se le supone a un equipo de leyenda, porque eso querría decir que están siendo capaces de seguir el ritmo de las evoluciones que resultan siempre imprescindibles.