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Carniceros de Sanlúcar, futbolistas destruidos y pómulos rotos

Carniceros de Sanlúcar, futbolistas destruidos y pómulos rotos

Un héroe. Manuel Agudo Durán, Nolito, provocó en su debut con el Granada uno de los acontecimientos del fin de semana pasado: el primer gol en propia puerta en la vida de Cristiano. Cuando el lanzador del córner fue sustituido, se le vio abrazarse a Aranda: dos infancias difíciles. En Sanlúcar, Nolito vivió con dos hermanos y once tíos en la misma casa, tuvo que pasar por Cáritas alguna vez para vestirse y, a los 13 años, fue empleado por su abuelo en una carnicería para alejarlo de las drogas que ya habían tocado a parte de su familia. Empezó a jugar al fútbol descalzo y ahora tiene posibles. Pero no ha olvidado de dónde viene.

Debilidades. Pero no todo es dinero. Lean a Diego Perotti. "Le dije el otro día al hijo de Del Nido que no me pagase. Me da vergüenza cobrar. Estoy destruido", dijo en la radio oficial del Sevilla un chico que llegó anónimo del Deportivo Morón por 200.000 euros, llegó a ser espiado por los mejores clubes de Europa y ahora vive así: "No quiero salir de casa". Perotti está en Argentina y ha pedido jugar en Racing de Avellaneda hasta final de temporada. Su apellido no es desconocido en su país. Hugo Osmar, su padre, jugó con el Boca del primer Maradona en 1980.

Un pupas. Marc Valiente, de la generación de aquel cadete de Cesc, Piqué y Messi y hoy en Valladolid, se las lleva todas. El viernes, un codazo de Aduriz le mandó al quirófano: fractura de pómulo y arco cigomático. Es su octava lesión en menos de dos años y medio. Entre ellas, dos de tabique nasal.

Más narices. Christian Stuani jugó con máscara el pasado fin de semana. Marcó un gol decisivo al Levante y asistió en otro a Sergio García. Lo más curioso es que en Cornellà ya nadie esperaba que Stuani la llevase porque hace dos meses de su fractura de pómulo. Cuando le preguntaron en zona mixta si era obligación o superstición, sonrió.

Prometedor. Madrid recupera otro rinconcito. El Leganés ha batido la mejor marca de partidos de su historia invicto en Segunda B (13). Lleva 31 puntos de 39 posibles. Le dirige un ilustre que mezcla estilos. Pablo Alfaro estudió en 2011 a Caparrós en Lezama y el año pasado se empapó de Guardiola en Can Barça. No entrena como jugaba. Es interesante. Antes de Emery ya hubo runrún en Sevilla...

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