En esta última convocatoria de España ha habido dos bajas de última hora. La de Xavi Hernández y la de Xabi Alonso. Uno no fue reemplazado, el otro sí. El colchonero Mario Suárez entró en el lugar del madridista. La plaza del centrocampista culé quedó vacante. Del Bosque no da una puntada sin hilo (por eso, por ejemplo, dio una lista de 21 jugadores para un solo amistoso, porque ya barruntaba alguna baja antes de salir de viaje hacia Catar), y por eso conviene darle una vuelta a lo que pasó. Xavi no necesitó recambio porque la lista ya estaba, como siempre, rebosante de centrocampistas ofensivos, creadores. Dicho esto, también es verdad que Xavi e Iniesta son los únicos jugadores de España a los que Del Bosque considera únicos y para los que no tiene un recambio asignado.

Sí que optó, sin embargo, por darle relevo a Xabi Alonso. Es extraño que no se decidiera por el 'sustituto del escalafón', Javi Martínez, sino por un nuevo internacional: Mario Suárez. Si escogió al colchonero fue también por ser del Atlético. Lógicamente, sobra decirlo, si llevó a Mario es porque da el nivel, porque está capacitado para jugar en la Selección. No sólo por ser del Atlético. Pero también por esto. Y no por compensar la ausencia de Fernando Torres, como se ha dicho, sino por ser justo con el propio Atlético de Madrid. Tampoco era normal que el primero de la Liga, el Barça, tuviera a diez en la Selección y el segundo, el Atlético, a ninguno.