Cuando las contras son obras maestras

Cuando las contras son obras maestras

En la primera parte, el Getafe se ajustó al guión: líneas cerradas, presión y coberturas. El Madrid tenía en la hierba a lo mejorcito para crear jugada: Özil, Modric, Di María... Pero no funcionó el toque, el pase corto no dio frutos. Los únicos sobresaltos para la buena disposición azulona llegaron por la velocidad de Coentrao, Di María o Cristiano. Ese era el buen camino, aunque hasta tras el descanso no llegase el gol.

Efectivamente, con la salvedad del primer gol, el segundo fue la exaltación del sistema de ataque madridista, que tantos réditos le viene dando: una recuperación en el área de Adán, tres pases eléctricos y disparo de Cristiano a la red.

No fue el único contragolpe espectacular de la mañana. Hubo más, cuando el Geta descuidaba la espalda, el Madrid salía como la bala de un cañón. Luis García lo temía y con razón. Los de Mou bordan el juego en velocidad, con espacios son imparables. Hicieron auténticas obras maestras.