Todavía quedan once días
El partido de ayer se lo hemos visto muchas veces al Sevilla en los dos últimos años. Decenas de llegadas para marcar, muy pocas para que le marquen. Tiene una rémora escandalosa (llega a ser ridícula): el gol. Intentar subsistir sin gol en el fútbol es un reto mayúsculo que el Sevilla se empeña en superar. Quedan once días para que finalice enero. O mejor dicho: ya han pasado 20 desde que se abriera el mercado. Y es que ya no da tiempo a que compre gol para el partido del miércoles, el más importante en lo que va de temporada.
El clavo al que agarrarse, mientras, es Emery. Lleva menos de una semana, pero ayer ya se pudieron ver variaciones significativas en el equipo. El vasco ha cambiado hábitos y posiciones tácticas. Kondogbia (incluso Maduro) y Medel protegen más a los centrales. Estos, Palop y todo el sevillismo se lo agradecen. Además, elimina los riesgos innecesarios atrás: el portero rara vez saca en corto y la última línea intenta estar lo más adelantada posible, facilitando además la posesión. Las líneas, pues, juegan más juntas. Tiene buena pinta, aunque los buenos inicios de Marcelino y Míchel obligan a ser excéptico, máxime cuando no le ha ganado a un muy mal Zaragoza y a un horrible Getafe.