Cristiano vuelve, toca fiesta

Cristiano vuelve, toca fiesta

El Bernabéu necesita recuperar la sonrisa, extraviada entre dimes (18 puntos de desventaja con el Barça) y diretes (las suplencias de Casillas y las pitadas posteriores de la afición a Mou). Y qué mejor analgésico para mostrar la mejor cara que ver de nuevo a Cristiano. La jerarquía del coloso portugués se agigantó en Pamplona como las nuevas torres de Dubai. Cristiano es medio Madrid. Negarlo es absurdo. Ante el Celta, firmó un partidazo colosal y con su hat-trick minimizó los efectos de esa preocupante sequía goleadora que arrastran Benzema e Higuaín (Pipita, al menos, sale de una lesión de dos meses y necesita tiempo y minutos).

Los 65.000 fieles que hoy desafiarán al frío en el Bernabéu saben que ante el Valencia de Soldado les compensará el esfuerzo ver en acción a su Hulk con botas, ese portento físico y futbolístico que convierte cada aparición en una fiesta. Cristiano sabe que, como mínimo, dará el callo y se dejará el alma por esta sagrada camiseta hasta 2015. Luego, no sabe qué pasará. Pero dos años y medio de Cristiano son mucho. Tanto como para saber que con él, todo es aún posible...