Una Liga 'horribilis'

Una Liga 'horribilis'

¡Qué pesadilla! Que el Madrid haya tirado la Liga al término de la primera vuelta es algo que mis ojos merengues no habían visto nunca. Recuerdo que en 1996, y con Arsenio como solución de urgencia tras el despido de Valdano por parte de Lorenzo Sanz tras una derrota con el Rayo Vallecano, el equipo se dejó llevar en las últimas diez jornadas del campeonato. Pero estar en enero y que ya se empiecen a hacer cábalas de si el Barça acabará aventajándonos en 20 ó 30 puntos al término del curso, me parece sonrojante. Hay una peña juvenil y entusiasta que acude fiel a su cita en el Bernabéu en cada partido llamada Orgullo Vikingo. Una expresión que ahora cuesta encontrar en el ADN de un equipo que hace siete meses batía todos los récords y hoy se bate en retirada para frustración de una afición modélica que, encima, se desangra en un absurdo guerracivilismo que no conduce a nada. Mou sí, Mou no. Pero estamos tontos o qué. El Madrid y su escudo siempre han estado por encima de debates internos. Yo de crío discutía en el estadio con un señor que siempre se metía con mi Juanito, mientras que yo le defendía hasta en la manera de atarse las botas. El señor y yo estábamos siempre a la greña, pero cuando marcaba el Madrid nos abrazábamos alborozados y aparcábamos nuestras diferencias. Ahora, eso parece imposible. Qué triste. Llega la hora de la unidad. Que la afición dé una lección a todos. Sólo así llegará la necesaria reacción.

The Special One. Les escribí hace una semana en esta misma página que Cristiano es, efectivamente, el verdadero The Special One. Su influencia en el juego es de tal calibre que cuando falta se hace de noche. Ver al Madrid sin el mejor futbolista del mundo es como tomarte una cerveza 'sin'. No es lo mismo. Menos mal que el auténtico Balón de Oro regresa el martes ante el Valencia. Verán qué diferencia. Cristiano pondrá en pie al Bernabéu dentro de 48 horas. Es el Real Cristiano C.F.

El árbitro. Osasuna jugó al límite y se dio por satisfecho con el punto obtenido. Y seguro que no tiene motivos para quejarse de Clos Gómez. A Oier le perdonó la roja (¿por qué su segunda mano, en el minuto 63, no tuvo castigo?). Echó a Kaká por una ingenuidad del 8, pero obvió que el brasileño no quiso tapar el saque de falta y que Lolo tiró contra él a propósito. Al propio Lolo le permitió un fingimiento de agresión de Khedira que llenaría las televisiones si lo hiciese un jugador del Madrid. A Callejón le anulan un gol por el pelo de una gamba, pero aquí mismo, en El Sadar, le dieron válido uno al Barça con Alexis y Messi en fuera de juego...

No están solos. Me dan ánimos las peñas de Yakarta y Kota Waringing (Indonesia), Uros Blancos (Bielorrusia), Managua (Nicaragua), Los Angeles y Sur de California (Estados Unidos) y Remate de Tetuán (Marruecos). El Madrid es universal y necesita levantarse. Ya.