El Mundial que ya nos tocaba

Ha llegado por fin. A la vigesimotercera. En España no es que haya una pasión desenfrenada por el balonmano, pero es éste un deporte nada desconocido para nosotros y en el que, además, somos alguien. Tanto a nivel de clubes como de Selección. Así que ya nos ha tocado organizar el Mundial, y hoy comienza. Un Mundial que ha costado sacar adelante lo que no está en los escritos. Cuando nos lo concedieron, en octubre de 2010, la crisis ya se veía venir. Dinamarca, Noruega y Corea del Sur lo advirtieron a tiempo y retiraron sus candidaturas. Como nos quedamos solos, nos lo llevamos, y ya que era nuestro tampoco era cuestión de renunciar a él ahora que por primera vez íbamos a contar con la ventaja de jugarlo en casa.

Pronto, los ayuntamientos y las comunidades comenzaron a retirar y a recortar las ayudas; los patrocinadores, lo mismo. El presupuesto del Mundial se fue rebajando de los 10,5 millones iniciales a los 8,5 actuales. Luego vino el cierre del Madrid Arena y la negativa de la Federación Internacional a jugar en la Caja Mágica. Días duros de negociaciones. Al final hubo arreglo para no llevarse la sede de Madrid a no se sabe dónde para que pudiera celebrarse con normalidad este Mundial que ya nos tocaba. ¡En buena hora! Ahora que está aquí, hay que celebrarlo y disfrutarlo. Después de tantas penalidades, no puede darnos más que alegrías. De verdad que nos las mereceremos. Tanto, como nuestra Selección jugar en casa. ¡Por fin!