Previas de wild card: Packers-Vikings

Mariano Tovar


Seis días después se repite la historia. Otra vez Peterson, otra vez Rodgers, Jared Allen, Clay Matthews y compañía. Pero en esta ocasión cambia el escenario y eso puede ser decisivo. No por el clima, que se mantendrá en torno a cero grados y con algunas nubes, sino porque esta vez nadie aupará a los Wikings desde las gradas.

El recuerdo está fresco y las sensaciones parecen difíciles de cambiar. Los Packers tendrán que lidiar con muchísimas yardas de Adrian Peterson, que contra ellos parece imparable, y contra una línea defensiva que no dejó respirar a Rodgers durante la semana pasada. Los Vikings estarán obligados a que el QB rival no caliente el brazo y a aliarse con la suerte. En el último choque jugaron un partido casi perfecto y, aun así, ganaron in extremis.

PACKERS

Creo que todo el año hemos infravalorado a los Packers. Siempre han acumulado infinidad de lesiones que han afectado, como una plaga, a todas sus líneas. Solo Rodgers se ha mantenido sin un rasguño. Y os digo una cosa, mientras Aaron se mantenga sano, todo lo demás tiene arreglo.

La línea ofensiva está parcheada y Rodgers se está salvando en muchas ocasiones por su movilidad. El grupo de receptores nunca ha conseguido estar al completo. Jordy Nelson y Greg Jennings, sus nombres clave, se han perdido partidos. Para el duelo contra Minnesota son cuestionables Nelson, Finley, Cobb y Boykin. Ahí es nada.


En el backfield también están todos tocados, pero parece que también todos estarán disponibles. Y ha llegado un momento que casi da lo mismo quién juegue. Alex Green, Ryan Grant, DuJuan Harris y James Starks han cumplido cada vez que han tenido una oportunidad. Además nadie les pide que ganen partidos, con que sirvan para darle un respiro a Rodgers es suficiente.

Porque su QB ha alcanzado una madurez fabulosa durante esta temporada. Se ha olvidado de los fuegos artificiales y se ha vuelto mucho más cerebral y práctico. Como un cirujano, sujeta el bisturí para hacer incisiones en el lugar exacto y en el mejor momento. Quizá hayan faltado las exhibiciones espectaculares, pero con todo el edificio sosteniéndose por los pelos, no había espacio para las florituras. Rodgers debe ser incluido entre los aspirantes al MVP porque ha demostrado que ya sabe manejar un ataque superando cualquier adversidad.


La defensa merece gran parte del mérito del éxito de su equipo durante la temporada. Empezó dubitativa, pero poco a poco se fue ajustando para convertirse en una de las más poderosas de la NFL en la segunda mitad de la competición. A pesar de la preocupación, Moses fue capaz de suplir a Matthews durante seis jornadas con mucha eficacia. Pero la mejor noticia para los Packers es que Matthews haya vuelto en plena forma. Incluso sin disputar media docena de encuentros, ha finalizado la temporada regular con 13 sacks, siete más que en 2011. Y esa no ha sido la única baja importante de la defensa. Charles Woodson lleva sin jugar desde mediados de octubre, aunque ya estará disponible este sábado.

Así que los Packers, entre algodones todo el año, han sabido ir cerrando todos los agujeros con eficacia mientras iban creciendo como equipo. Algo muy parecido a lo que hicieron ellos mismos el año que conquistaron su último anillo, o los Giants en 2011. La duda es si todas sus estrellas jugarán al ciento por ciento durante el mes de enero. Muchas acaban de salir de la enfermería y los Vikings van a plantear su partido como una batalla campal.


VIKINGS

Yo creo que los Packers no van a plantear el partido buscando frenar a Peterson, sino desconcertar a Ponder. A estas alturas tienen asumido que Peterson es imparable. En muchas jugadas conseguirán placarle para pérdida de yardas, pero en cualquier momento logrará sumar big plays para terminar con cifras estratosféricas. El corredor de los Vikings deberá cerrar el partido más cerca de las doscientas que de las cien yardas, y eso no parece discutible. Es más, si Peterson tiene una mala actuación, o se lesiona en los primeros compases, no habrá duelo, los locales se impondrán por paliza.

Así que los Packers intentarán minimizar daños y se centrarán en Ponder. Para hacer esta previa llamé antes por teléfono a Manolo Arana y le pregunté qué destacaría él del partido. Éste fue su análisis: “Mariano, la clave para la clasificación de los Vikings ha sido la lesión de Percy Harvin”. En un primer momento me desconcertó su comentario, pero luego lo entendí. Harvin fue, hasta su lesión en la jornada 13, el mejor todoterreno de la NFL. Corría, recibía y estaba en todas las jugadas de engaño… Ponder se sentía muy cómodo con él y soltaba el brazo con demasiada alegría. Desde su lesión, el QB no encuentra objetivos con la misma facilidad, y por eso está jugando más conservador, arriesgando mucho menos, por lo que también comete menos errores. Pese a ello, la semana pasada soltó varios pases a la virulé que terminaron en manos de sus receptores cuando podían haberse convertido en intercepciones con la misma facilidad.


Por eso creo que la clave de el partido, una vez asumido que Peterson es imparable, estará en las posibles pifias de Ponder. Los Packers, más allá de su eterna lista de lesionados, este año han reducido al mínimo los errores. Ese ha sido otro de sus secretos. Los Vikings, por el contrario, han vivido en una montaña rusa de irregularidad siempre por culpa de un QB que los días buenos es un gestor decente y en los malos un tiro en el pie para su equipo. Y eso que tiene delante una línea que ha rendido todo el año al muy buen nivel y que sus receptores, sin ser grandísimas estrellas, aportan la fiabilidad que necesita un jugador de sus características. Y, qué narices, tener a Peterson cubriéndole las espaldas le concede un segundito extra mientras las defensas se convencen de que la jugada será un pase.

La defensa tiene dos nombres propios: Pared Allen y Brian Robison. Los dos defensive ends causan estragos en las líneas rivales y se llevan tanta atención que facilitan mucho el trabajo del resto del front seven. Tampoco hay que olvidarse del temporadón que está haciendo Jasper Brinkley. El linebacker central ha sido infranqueable durante toda la temporada. Como suele ser habitual en los últimos años, la secundaria vuelve a ser la línea más débil del equipo. Y además llega al partido con varios jugadores tocados. Mientras el front seven mantenga a Rodgers ahogado no tendrán problemas, pero si el QB consigue tiempo para lanzar, los cornerbacks y los safeties de Minnesota pueden pasarlo muy mal.


Mi pronóstico: Packers +7

Creo sinceramente que los Vikings han llegado hasta donde podían. Si tuvieran un QB que asegurara una mínima regularidad, y que fuera capaz de explotar todas las ventajas que proporciona Peterson, apostaría por ellos incluso como serios aspirantes al anillo, pero creo que Ponder antes o después la liará y, con ello, destruirá todas las posibilidades de su equipo.

También pienso que estos Packers son un grupo muy serio. Durante todo el año han sabido resolver sus problemas casi de inmediato y estoy seguro de que en seis días habrán dado con la fórmula para abrir la cerradura de unos Vikings que hace solo unas horas enseñaron todo lo que tenían y aún así ganaron con un fieldgoal en el último instante.

Pero claro, con Peterson en el campo nunca se sabe. Tiene el récord de yardas terrestres en un partido y con él nunca hay que descartar un milagro.

Pase lo que pase, este Packers-Vikings apetece. ¡Y mucho!

mtovarnfl@yahoo.es / twitter: @mtovarnfl

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