El balonmano abrió el melón

Cuando en 2005 la Selección de balonmano se proclamó campeona del Mundo fue un acontecimiento. Por aquel entonces, Alonso aún no había ganado el título de Fórmula 1; ni Nadal ganado Roland Garros ni ningún otro gran torneo. En cuanto a las demás selecciones, no se podía soñar que las de baloncesto y fútbol pudieran llegar a ser campeonas mundiales y europeas. Pero fue ganar el balonmano y venir todo rodado. En este sentido, el balonmano fue el deporte que abrió el melón de los colosales éxitos españoles. Ahora que parece que va a costar mantener ese altísimo nivel alcanzado, el balonmano toma de nuevo el protagonismo. Con la lista de los seleccionados, comienza la cuenta atrás del Mundial.

Un Mundial que se nos debía. Porque en España hemos celebrado Mundiales de todo menos de balonmano. Nuestros jugadores ya lo echaban de menos. Les llega, por fin, la oportunidad de jugar el Mundial en casa. De aquel equipo campeón en 2005 quedan tres jugadores campeones: los dos Entrerríos y Rocas. Hay más en activo, pero son los que ha llamado Rivera a la Selección. Ellos saben lo que es proclamarse campeones, y lo que se echa de menos no serlo en tu propio país y ante una afición que te lleva en volandas. Por eso esta oportunidad no se puede dejar pasar. Aquí llega el balonmano para volver a dar cuerda, como sucedió va a hacer ocho años, a nuestro deporte. Más que un fin de ciclo, que sea el comienzo de otra exitosa racha.