Florentino, Falcao y la famosa servilleta

Han pasado veinticuatro horas de la Gala de AS y han sido más de veinticuatro (y no digo cuántas más...) las personas que me han preguntado por la famosa servilleta de Florentino a Falcao. Las cosas son como son. Cien años del COE, Del Bosque y Casillas, el podio de la Vuelta, con lo que eso supone de redención del ciclismo, Teresa Perales y su tremendo ejemplo de superación, la titánica Mireia Belmonte, la pila de medallas de Laura Gil. Todo lo demás que había allí reunido, para felicidad de AS y exaltación del deporte. Los directores de los cuatro diarios deportivos reunidos por primera vez...

Todo estupendo, todo nos hizo felices, pero me preguntan mucho, una y otra vez, amigos, medios y curiosos transeúntes, qué pasó entre Falcao y Florentino. Tanto me han preguntado que me siento obligado a explicarles también a ustedes, mis amigos de todos los días, que aquello fue nada, una broma inocente de Florentino que Falcao sólo entendió cuando, ya a posteriori, se la expliqué yo. Falcao es reciente entre nosotros, no conocía la leyenda de la servilleta de Florentino a Zidane, ni sabía que Rexach amarró a Messi también a través de una servilleta. Así que miró lo que pasaba con reserva inteligente.

Y lo que pasó fue que Florentino, en gesto de humor, pidió una servilleta de papel y se la dio a Falcao para que la firmara. Casillas, Cerezo, mis colegas directores, yo mismo, entendíamos la clave. Falcao no sabía de qué iba, pero viendo que había gato encerrado no firmó. Cerezo le prometió a Florentino una camiseta del Atleti firmada por Falcao, que habrá llegado ayer o estará al llegar y todo quedó ahí. Y si me preguntan qué será de Falcao el año próximo les diré que no lo sé, pero que por lo que uno caza por aquí y por allá le vería más cerca del Chelsea que del Madrid. Y le sentí muy feliz en el Atleti. Y agradecido.