Una 'pensada' a los Premios

Entre la ausencia del Rey y el retraso con el que se han entregado los Premios Nacionales del Deporte, la comidilla ayer entre los invitados al acto era que había que dar una pensada a estos premios. No son unos premios cualesquiera, son los de mayor prestigio que puedan recibirse en el deporte español. Unos premios que vienen condicionados por la agenda política para su convocatoria -este año más tarde que nunca por los cambios en el CSD- y por la agenda real para su entrega, pero cuya concesión está fuera de compromisos e intereses, pues el jurado es plural, y doy fe que también, libre. Unos premios, por tanto, que no se pueden dar cuando el año acaba, sobre todo, porque son premios que corresponden a 2011.

Se pierde de esta manera la perspectiva de los méritos que acumulan quienes con toda justicia lo reciben. Y más todavía este año, que ha habido Juegos Olímpicos y que hemos vuelto a ganar la Eurocopa. Igual que hace tiempo se desvinculó de estos premios la concesión de las Reales Órdenes de Mérito, que convertían el acto en un interminable desfile para agradecer servicios prestados, los Premios Nacionales del Deporte no pueden quedar arrinconados en las últimas hojas del calendario del ¡siguiente año! Por eso tenían razón ayer los invitados en comentar que había que dar una pensada a estos Premios. O, mejor que pensada, bastaría con tenerlos más presentes. Nuestros campeones no merecen ser los últimos de la fila.