Los valores nunca están en crisis

El Foro Espacio 2014-AS lanzó ayer un claro mensaje al mundo del deporte: el patrocinio sigue siendo posible. No fue un mensaje de esperanza, sino de realidad. Es cuestión de imaginación y de oportunidad. El deporte nunca está en crisis. Es transmisor de emociones, de pasiones, de ilusiones, valores que no tienen precio, pero que el deporte sí se los puede poner. ¿Quién no se querría asociar a esa imagen? Pero también puede ser cuestión de cambiar el paso. Salió el ejemplo del tenis de mesa, un deporte minoritario donde los haya. ¿Minoritario un deporte al que todo el mundo ha jugado alguna vez? Llamémoslo ping-pong y en vez de deporte digamos juego. Un juego nada extraño y sí entretenido. A lo mejor interesa así a más de un patrocinador.

Para que un deporte crezca y reciba apoyos no tiene que tener campeones. Es por eso que las Federaciones quizá tengan que cambiar el chip. Todos los deportes tienen un potencial. Un potencial que se puede medir por el número de practicantes y por el de espectadores. Si reúne ambas cosas es la bomba, y siempre hay recursos para aumentar uno y otro. Hace falta ingenio y buena gestión. También algo de suerte para estar en el lugar adecuado en el momento oportuno. Lo que no se puede es caer en el pesimismo y en la fatalidad. Si el deporte es un factor de transformación social, como apuntó José Luis Sáez, hay que aprovecharlo. Los patrocinadores están ahí. No regalan nada, pero sí quieren invertir. Y los valores del deporte están ahí.