Cerrón, cocinero antes que fraile

López Cerrón es el nuevo presidente de la Federación Española de Ciclismo, una de las federaciones importantes, porque es el segundo deporte que más medallas nos proporciona en los Juegos Olímpicos (14 por 19 de la vela), y porque es un deporte de alta popularidad gracias a las grandes vueltas, de las que procede López Cerrón. Fue ciclista profesional en la época de Pedro Delgado, Pino, Hinault, Fignon, etc, en una época dura. Eufemiano Fuentes ya andaba por ahí, y en los equipos había una fuerte cultura de dopaje. O sea, que López Cerrón se sabe la historia de pe a pa, porque además ha seguido vinculado al ciclismo como director y como organizador de carreras. Tan ligado que fue quien llevó a Contador el famoso filete del clembuterol.

En la caza no hay mejor guarda que el peor de los furtivos, y en el caso de Cerrón, porque debió ver todo lo que había que ver, va a ser difícil pegársela. Si quiere. Aunque los métodos de entonces nada tienen que ver con los de ahora, pero las gentes vienen a ser las mismas, y por eso se sabe de qué pie cojea cada uno. Como en el ciclismo no entran personas nuevas, quienes siguen en su mundillo tienen la responsabilidad de devolver la credibilidad a su deporte. Aunque lo primero que le espera a López Cerrón no es precisamente eso, sino un ERE en su propia Federación y cómo lograr con un 30% menos de presupuesto que el equipo de pista acuda a las competiciones para no ser excluido de los Juegos. Como ven, todo menos divertido. De momento.