El héroe del pueblo y de España
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Llevamos más de trece años con él. Le vimos aparecer en San Mamés con un cutis propio de un bebé. Asomaba un niño de 18 añitos que volaba de palo a palo y que no se inmutaba cuando encajaba un gol. Casillas consiguió, con una humildad y una sencillez impropias de un jugador de élite, que los niños de toda España renunciasen a las camisetas con el 9 o el 10 a la espalda para lucir las de portero, con el 1. Sus paradas a Italia en la Eurocopa de 2008, la de Robben en Sudáfrica y la pelota que le sacó a Rakitic en la Euro de Polonia y Ucrania alimentaron su leyenda. Es un portero que te gana partidos, que te da títulos con sus intervenciones prodigiosas. ¿A veces canta? Mejor. Eso nos recuerda de Pascuas a Ramos su condición humana...
El Premio AS del Deporte debería ganarlo en esta nueva edición por su lección de fair play en la final de Kiev ante Italia. Con 4-0 y todo el pescado vendido, nuestro capitán tuvo la gallardía de pedir al árbitro y a sus auxiliares que diesen por acabado el encuentro, que no alargasen la agonía de un rival que ha ganado cuatro Mundiales. Iker dibujó los valores de la España de Del Bosque. Honor en la victoria. Grandeza en la gloria. Iker, te queremos.
