La FIBA crea un problema

Mal que bien, el baloncesto tiene su calendario organizado. La temporada que va de octubre a junio la ocupan ininterrumpidamente los clubes, y los meses de agosto y septiembre quedan para las selecciones. Ya no va a ser así. La FIBA quiere mayor protagonismo para sus selecciones y ha aprobado un calendario para sus competiciones al estilo del fútbol, con una fase de clasificación que incluya partidos en la que es ahora plena temporada de clubes. El debate no es ya si este modelo va a ser mejor que el actual. La cuestión es que donde no había problemas, ahora los va a haber, y gordos. Si la NBA no va a ceder a sus jugadores en plena temporada, y la Euroliga ya ha manifestado que tampoco, ¿quiénes van a jugar esa clasificación?

Hay que entender a la FIBA, porque el baloncesto no tiene razón alguna para ser más que el fútbol. Si Cristiano, Messi y Falcao, o nuestros Casillas, Xavi e Iniesta sin ir más lejos, juegan con sus selecciones en plena temporada de clubes, ¿por qué no van a hacerlo Durant, Bryant, Anthony, Gasol, Rudy o Navarro? La verdad es que hay una razón: cuando juegan las selecciones de fútbol, los clubes paralizan sus competiciones. Los de baloncesto, que se sepa, no tienen ninguna intención de hacerlo. Es una cuestión de competencias. La FIBA apenas tiene jurisdición sobre la NBA, y con los clubes europeos no ha contado. Pues se ha metido en un lío y ha puesto en bandeja a la Euroliga la excusa para convertirse en una NBA europea.