El exigente método Tarrés

Anna Tarrés compareció en el Foro 2014-AS. Habló durante 27 minutos sobre la exigencia en el deporte de alto nivel y, después, durante 36 minutos respondió a las preguntas de los asistentes que abarrotaron el salón de actos del Espacio 2014, sede del Mundobasket 2014 y antes Fundación Pedro Ferrándiz. Cuanto dijo en su exposición resultó interesantísimo. Fue una lección magistral de lo que es el deporte de alto nivel por parte de la entrenadora más laureada de nuestro deporte. Son 55 medallas las que avalan su trabajo, 55 medallas en un deporte del que veníamos de la nada. Tras sus explicaciones de cómo esas 55 medallas se consiguieron a través de la excelencia, cualquier debate morboso que pudiera surgir a continuación quedó sin sentido.

Se dice que toda conferencia que exceda de diez minutos es tiempo perdido, porque a partir de ese tiempo la concentración se pierde. No fue el caso de Tarrés. También está comprobado que el turno de preguntas suele proporcionar más enjundia que la propia charla. Pues tampoco fue ayer el caso. Tarrés tenía mucho que enseñar. A una entrenadora con 55 medallas a sus espaldas no se la puede poner al pie de los caballos. Aplica unos principios que son básicos en todo deporte de alta competición. Los objetivos tienen que ser ambiciosos y reales. A partir de ahí, a trabajar con quienes tengan una voluntad de mejora continua. Eso vale para la sincro y para cualquier otro deporte. Con esos principios, al fin del mundo. Es el método Tarrés.