Paradas que no sirvieron
Vendido en uno y tapado en otro. Esa fue la situación de Casillas en los tantos del Borussia. Antes y después, tres paradas de categoría para evitar que el equipo naufragara. Conociendo al meta, escaso consuelo. Seguro que aún sigue dándole vueltas a que podía haber hecho más en las jugadas que acabaron en gol. De las paradas ni se acuerda, porque no sirvieron de nada. Sigue el gafe en Alemania, gafe que el capitán lleva soportando una década larga. Lo mismo que sus antecesores.
Ayer también hubo incertidumbre en las faltas a balón parado y en los saques de esquina. Es algo que persigue al equipo desde que comenzó la temporada. Se vio en el inicio de la segunda parte. Iker ha optado por la situación más segura, la de despejar sin contemplaciones, aunque eso provoque nueva jugada de peligro. Ni siquiera el trabajo defensivo de Cristiano y Benzema resuelven el conflicto. Lo que hubiera sido un partido sobresaliente del portero, se convirtió en una nueva noche de frustración.