El milagro de Allegri pasa por La Rosaleda
El Milán sólo puede tener gratos recuerdos de sus visitas a España. Dos de sus siete Copas de Europa se conquistaron ahí. La de 1969, su segunda, en el estadio Santiago Bernabéu con tres goles de Prati, el único jugador italiano que ha marcado un hat-trick en la máxima competición continental de clubes. La de 1989, su tercera, en el estadio del Barcelona. Esos dos equipos eran la mejor representación del gran Milán. El que esta noche visita Málaga es otro. Es un equipo que suma cinco derrotas en ocho partidos en la Serie A, que está más cerca del descenso que del título y que ha perdido su identidad. Para su entrenador, Allegri, el partido de hoy en La Rosaleda puede ser el último. O, también podría ser el primero de una época más feliz. Dependerá del resultado, del juego y de la imagen que ofrezca su equipo, que hace ya algunos años se vio en otra situación parecida.
Porque el partido de Málaga recuerda al primero que disputó en Europa el Milán de Sacchi. También fue en España, en Gijón, y también ante un equipo con menos tradición en la competición continental, el Sporting. Sucedió en septiembre de 1987. El Milán de Sacchi perdió el partido de ida en El Molinón y entró en crisis, pero remontó la eliminatoria de la Copa de la UEFA en el partido de vuelta y a partir de esa eliminatoria cimentó lo que luego fue un rodillo en Italia y en Europa. El mejor Milán de la época reciente. Allegri tiene ocasión de repetir la historia. Pero no será fácil. Este Málaga, con el talento de Isco o Joaquín, es un equipo confiado y alegre. El Milán, sin Robinho, sólo con Pato y El Shaarawy como grandes esperanzas, es un equipo deprimido y desconfiado. Pero en el fútbol, lo hemos visto muchas veces, nada es imposible. Ni siquiera los milagros.