Ocurrió lo que tenía que ocurrir. Ganó Pedrosa porque no le quedaba más remedio. Lorenzo fue segundo porque le basta y le sobra. También sin novedad del tercero al sexto, todo ha salido calcadito al guión que Honda decidió escribir hace unos meses, es decir, un folio en blanco sin un solo plan en el que se plasme cómo ayudar a ganar MotoGP a Dani Pedrosa. Nada de nada. Tercera ha sido la Yamaha de Dovizioso; cuarta, la Yamaha de Crutchlow y quinta, la Yamaha de Spies. ¿Y la siguiente Honda? Sexta, a más de 28 segundos del americano. Si a esto se le llama labor de equipo que vengan Tetsuo Suzuki y Shuhei Nakamoto y nos lo cuenten. O mejor incluso, que se lo cuenten a Pedrosa. ¿A quién tenían planeado meter entre Dani y Jorge para restarle puntos al líder?

Esta situación es ridícula y lo será mucho más como al piloto de Repsol le falten diez o doce puntos para ganar el título. Les aseguro que con Suguru Kanazawa (el Mick Doohan de los despachos de Honda Racing Corporation) o cualquiera de sus predecesores esto jamás hubiera ocurrido. Quedan cuatro carreras y si se repite el mismo resultado que en MotorLand el campeón, merecidísimo campeón, será Lorenzo. Y Yamaha. El año pasado Pedrosa ganó en Japón y Lorenzo en Malaisia. El resto de las carreras fueron un desaguisado para ambos pilotos por uno u otro motivo. Esperemos que no se vuelva a repetir. A Pedrosa sólo le queda una baza, Stoner, aunque dudo que acepte órdenes y mucho menos en Australia. En HRC van a tener que esmerarse.