El primer examen para dos favoritos con grietas
Empieza la temporada y, por primera vez en años, el Barça Regal no parte como intocable favorito. En el último curso, el Madrid le vapuleó en la Copa y le puso contra las cuerdas en la Liga Endesa, quedando la sensación de que el viejo rey había ganado por puro orgullo su última batalla y llegaba la hora del cambio de guardia. Veremos. Porque es mucho más fácil aspirar que conseguir, planear que ejecutar. Y al equipo de Laso ya no le basta ser el joven divertido: lo que el año pasado fue una hazaña frustrada sería un fiasco este, con Rudy de vuelta para quedarse y Mirotic anunciando a gritos su explosión definitiva. Si la salud de Navarro no se aburre de incordiar, deben ser, junto a Lorbek, los tres mejores de la Liga. Y quizás de Europa.
Pero nadie es perfecto. Mientras el Madrid vaya por la vida con Begic como único pívot de verdad y Slaughter teniendo que fingir que mide diez centímetros más, sembrará dudas. Fichará un cinco antes o después y está obligado a acertar. Sería un cruel castigo que acabase añorando al frustrante Tomic, ahora en el bando enemigo. En el Barça, con Lorbek como referente y menos responsabilidad sobre sus frágiles hombros, es posible que el apático croata se sienta más cómodo, aunque cuesta ver cómo le compatibilizará Pascual con el esloveno, que prefiere guardaespaldas musculados. En fin, las cosas de las ex guapas cuesta olvidarlas por mal que acabara la cosa. El Madrid debe evitar una recaída en Zaragoza. Avanzar es la única receta.