Anglosajones al poder

El Tour de Francia partió con un guión que se ha cumplido prácticamente al dedillo. Dominio Sky. Un guión que estaba escrito desde hace meses, me atrevo a decir que desde que se presentó el recorrido allá por octubre. Los más de 100 kilómetros de contrarreloj señalaban a Brad Wiggins, incluso a Chris Froome, como máximo favorito. Con permiso de Cadel Evans, el único que al final no ha seguido la partitura. En aquellas fechas ya escribí en este mismo blog que el trazado me parecía un guiño a Londres: año olímpico, ganador británico. Y se ha cumplido al pie de la letra.

 

El ciclismo anglosajón se ha hecho definitivamente con el poder. El año pasado venció el australiano Evans, en el Giro de Italia se impuso el canadiense Ryder Hesjedal y este Tour lo han dominado Wiggins y Froome, que ya subieron al podio de la Vuelta 2011. Tres países que estaban inéditos en lo alto del podio de las grandes rondas. Que el ciclismo se expanda más allá de su tradición es bueno. El mundo global. Y además llegan con nuevas maneras, con el gusto por la tecnología y la teórica bandera de la limpieza. El Tour lo sabía: y de ahí, pienso, este recorrido. ¿Qué mejor proyección que un triunfo británico en la antesala de los Juegos de Londres? Insisto.

Mi corazonada sobre Froome, que también expuse en este blog, se ha cumplido. Incluso a muchos les queda la sensación de que el keniano-británico ha sido el hombre más fuerte de la carrera. Sin duda, así ha sido en la montaña, donde tuvo que esperar más de una vez a su líder. Aunque yo no lo tengo tan claro en la globalidad de la carrera, sobre todo tras ver la última contrarreloj: Froome va a acabar a 3:21 minutos de Wiggo. Esa es la realidad y no otra. Dicho esto, es de alabar la fidelidad que ha tenido el africano, pero dudo mucho de que se vuelva a repetir. Froome tiene que buscar su propio camino, con o sin el Sky. Tiene un Tour (al menos) en las piernas, aunque también cabe preguntarse si en el futuro volverá a pasar un tren similar para que pueda subirse.

Vicenzo Nibali, como intuíamos, iba a ser el principal rival de los Sky junto a Evans. El australiano no cumplió el guión, pero sí el 'Tiburón del Estrecho', que ya tiene podios en las tres grandes vueltas… Y eso no es nada fácil. A Nibali no se le puede reprochar prácticamente nada, porque lo ha intentado como y cuando ha podido. Al final será tercero, pero hubo dos ciclistas más fuertes que él. Matemáticas puras.

El Tour 2012 también nos ha mostrado la buena salud del ciclismo francés, que ha ganado cinco etapas: Thibaut Pinot, Pierre Rolland, Pierrick Fedrigo y dos del combativo Thomas Voeckler, que también se ha adjudicado la Montaña al más puro estilo Virenque. Más allá de los resultados, Francia ha demostrado que puede por fin ganar el Tour, una asignatura pendiente desde Bernard Hinault en 1985. Pinot (10º en su debut con 22 años), sobre todo, y Rolland (8º a la edad de 25) se postulan para ello. Palabras mayores, sí, pero ahí están.

¿Y los españoles? Pues de menos a más. La primera parte del Tour fue trágica, con ocho abandonos por accidentes, entre ellos Samuel Sánchez, la teórica mejor baza para la general, y Óscar Freire. Dos olímpicos que se han caído (y nunca mejor dicho) del equipo para Londres. Los dos triunfos de etapa de Luis León Sánchez y Alejandro Valverde, otros dos ‘olímpicos’ sacudidos por numerosos contratiempos en las etapas iniciales, nos han dejado un buen regusto. Eso sí, nos hemos sentido extraños por no tener a nadie luchando por la general, tan bien acostumbrados que nos tenían. Porque lo de Haimar Zubeldia, finalmente sexto, no era una candidatura real. El vasco ha sido regular y ha rematado una buena actuación a sus 35 años, pero ha sido el Hombre Invisible, al que normalmente sólo hemos visto en las clasificaciones. No es una crítica, que conste. Bastante ha hecho Zubeldia, no sería justo pedirle más. Y mucho más después de desvelar el último día que hace tres meses le diagnosticaron una dolencia cardiaca.

El Tour nos da ahora paso a los Juegos Olímpicos, donde el dominio Sky se puede prolongar: no sería descabellado que Cavendish ganara la prueba en línea y Wiggins la contrarreloj. Y más allá, en el horizonte, la Vuelta a España con Contador, Purito, Cobo, quizá Valverde… Y ya veremos qué extranjeros, porque lo de Andy Schleck se complica... Aunque es una gran noticia que Froome haya confirmado su presencia en la ronda: veremos cómo llega. El guión está por escribirse, pero también nos encandila.

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