Etapa tranquila en busca de las últimas montañas
Costó más de 50 kilómetros que se realizara la fuga del día pero una vez hecha, relajación en el pelotón esperando el día de descanso y los Pirineos. Esta vez ningún corredor español pudo entrar en la escapada pese la insistencia de los corredores del Movistar y del Euskaltel. Los equipos de los sprinters no trabajaron para cazar porque todos tienen interés en las próximas etapas. El Lotto podía haber luchado por Greipel, pero tienen ganas de lucha con Van den Broeck. Lo mismo le ocurre al Sky de Cavendish, con la cabeza en otro sitio. En el conjunto Liquigas también hay otras aspiraciones: Sagan ha demostrado que es uno de los más fuertes de este Tour de Francia, pero su equipo está centrado en el asalto al podio por parte de Vincenzo Nibali.
Para el intento de derrotar al Sky, sus contrincantes necesitan a sus equipos fuertes. La única forma de hacer sufrir a Wiggins es imponer un fuerte ritmo hasta el último puerto y ahí hacer un ataque duro, situación en la que el líder ya ha demostrado que duda. Si resultara que el británico responde, sólo queda aplaudir a un merecido ganador del Tour de Francia. En el caso que Wiggins sufriera, la táctica del Sky debe ser clara. Froome no tiene que esperar al líder, debe irse con los de cabeza. Su equipo está en la posición idónea de tener a dos buenos contrarrelojistas como primero y segundo en la general. En cuanto a los españoles espero mucho de Cobo en estos Pirineos. Él y los siempre luchadores corredores del Euskaltel darán presencia al ciclismo español.