Casillas está en boca de todos

Empezaré diciendo que soy tan escéptico como Del Bosque. Hace mucho que dejé de creer en los méritos para lograr el Balón de Oro. La puntilla fue hace dos años, cuando ignoraron a Xavi e Iniesta. Pese a todo, reconforta ver que el mundo del fútbol reclama el galardón para Casillas. El Pato Fillol también lo pide. Y mira que su estilo estaba en las antípodas del de Iker. Pero la gente del gremio sabe lo difícil que resulta estar en la cima tantos años. Futbolistas que han disputado Mundiales, que se han peleado en las mejores Ligas del mundo. Esos son los que valoran igual una parada decisiva que un gol en el último minuto.

Fillol tiene el simbólico título de mejor arquero de la historia del fútbol argentino y de Sudamérica. Él no optó al Balón de Oro porque había que jugar en el fútbol europeo y esa oportunidad le llegó tarde, con 35 años, cuando aterrizó en el Atlético. Se le había pasado el arroz. Pero sus posibilidades hubieran sido nulas a finales de los 70, cuando fue campeón del mundo. Parece que dárselo a un portero resta valor al premio. Casillas lleva años rompiendo estadísticas y prejuicios. Si es por el reconocimiento de sus compañeros, debería ir probándose el esmoquin. Aunque lo normal es que lo acabe colgando en el armario.