Modric: la solución, no el problema
Cuando uno se plantea un fichaje, lo primero que debe considerar es si resulta imprescindible para el equipo. De serlo, hay que echar el resto. En caso contrario se puede jugar con las fechas, con la voluntad del jugador por venir y, desde luego, con el precio del traspaso. En el caso de Modric creo que estamos en el segundo supuesto. No resulta imprescindible para el Madrid. Ni siquiera tengo claro que fuera titular desde su llegada. Cierto que sería un buen recurso para dotar de lo que llamamos el último pase. Ahí está bastante solo Özil, aunque Di María cumple también con esa función.
Las noticias que llegan desde Croacia, dando por hecho el traspaso, son una buena señal. No porque sean ciertas sino porque delatan cierto nerviosismo en el entorno del jugador. Está claro que Modric quiere dejar Inglaterra. No desea que la negociación se enfríe. Por el contrario, el Madrid sabe que cuanto más apure, mejores serán las condiciones. Y se atisba un problema mayor. Para que Modric venga, deben salir otros, fundamentalmente Kaká, que es el que puede aportar mayor dinero a caja.