Hasta el sábado no veremos muchos cambios
La etapa de ayer entró dentro de la lógica. De nuevo un sprint que coronó al alemán Greipel como triunfador del día. Una etapa normal mientras siga estando el suizo Cancellara de líder, algo que presumiblemente cambiará el sábado cuando llegue la montaña. Hay más de 60 corredores metidos en un minuto y de momento el equipo RadioShack está controlando la carrera bastante bien. Ayer, sin duda lo más reseñable fue la caída que sufrieron varios ciclistas importantes a falta de dos kilómetros para la llegada a la meta de Ruán, ya en territorio francés. Y es precisamente aquí donde hay que agradecer y felicitar a la organización de la carrera y a la UCI que hayan perdonado el tiempo de los protagonistas de la caída, para que no aumentaran las diferencias.
Uno de los ciclistas que acabó con sus huesos en el asfalto fue el británico Mark Cavendish. El corredor del Sky tiene que saber qué equipo tiene. El otro día, al celebrar su victoria, se le veía decir "yo solo, yo solo", cuando esto no es del todo cierto. El británico tiene normalmente ocho compañeros que trabajan por y para él para que llegue en las mejores condiciones al final de la etapa y disputar la victoria, algo que ciclistas como McEween o Óscar Freire pocas veces han tenido a su favor, y también han ganado mucho.
Precisamente del episodio de Freire con L'Équipe tengo que añadir que no entiendo cómo se llegó a dudar del talante y compromiso de Óscar, un profesional que lleva 14 años inmaculados en el pelotón.