Nos quedamos sin poder ver a Alejandro Valverde

Tenía ilusión de poder ver a Alejandro Valverde disputando esta etapa. Estas aumentaron cuando vimos que su equipo trabajaba para que pudiera haber un sprint en ese repecho que le podía ir muy bien al murciano. Pero todo se fue al garete cuando justo antes de afrontar la rampa Valverde se tragó una rotonda. No llegó a caer, pero iba en octava posición, perfectamente colocado para disputar la victoria y, con el frenazo, se fue al puesto treinta y pico. Imposible ya remontar tantos puestos cuando la carrera estaba tan lanzada y la ruta empezaba a picar para arriba.

Habría sido imposible que ganara, tal como se vio a Peter Sagan, pero hubiera sido interesante ver en qué condición está Valverde. Para vencer a Sagan habrá que esperar a llegar a un puerto de primera. En estos repechos cortos ahora mismo es imbatible. Es muy superior a los demás. Ha jugado con todos y ha ganado cuando ha querido. Que después de hacer un esfuerzo tan duro y explosivo entre en meta dando saltos y con clara diferencia sobre el resto da una idea de lo fuerte que está el eslovaco. Hay que llegar muy bien para hacer eso.

Una pena la caída y posterior retirada de Rojas. Era un hombre que podía dar mucho juego en las etapas de media montaña. Y además lo vamos a perder para Londres. Con una fractura de clavícula puede que vuelva a entrenarse antes de que empiecen los Juegos Olímpicos, pero no tiene tiempo para coger la forma física que le hubiera dejado terminar el Tour.