Todos van ahora con España
A estas alturas 12 de las 16 selecciones ya están en casa. Muchos aficionados con poder adquisitivo, los rusos por ejemplo, permanecen. También los anfitriones. Y a todos les ha dado por lo mismo: hacerse de España. En Donetsk apenas acudieron desde nuestro país mil seguidores pero otros treinta mil iban con nosotros. No es una cuestión baladí. Los cuatro años que llevamos ganando partido tras partido en fases finales sirven para sumar adeptos en todo el planeta. Y ese es un orgullo que se siente especialmente cuando estás lejos de casa. Fieles a un estilo que siguen ya millones de aficionados.
Empezamos a repetir escrupulosamente el guión del pasado Mundial. Sobra con la posesión abrumadora de balón y generar tres o cuatro ocasiones de gol. Cierto que el sistema se ha ido puliendo para ganar en consistencia defensiva pero los resultados son incuestionables. No jugamos tan bien como en la pasada Eurocopa pero Casillas entre menos en acción. Nos han marcado un gol, mientras que hemos sido capaces de anotar ocho. No está mal. E insisto, aumenta la admiración en todo el mundo por un equipo que cuida la pelota.