Canarias y los fichajes imposibles
En el principio no fue el verbo, sino la escuela canaria. Y nosotros sin enterarnos. Aquellos finos isleños que llegaban a la península a sacar lustre al pelotón entre patadas y barrizales, y acababan volviendo a su tierra a terminar sus carreras, dejaron una huella no siempre reconocida. El actual fútbol de toque de España, el llamado tiqui-taca, tuvo un origen anónimo en las islas afortunadas. Incluso en tiempos de La Furia, ese empuje patriotero convertido en estilo ante la ausencia del mismo, los futbolistas canarios fueron fieles a su exquisita técnica y su fútbol vistoso, que así lo llamaban entonces, como una denuncia.
Hoy que el buen gusto parece obligatorio, el fichaje blanco más deseado es David Silva. Buen chico (y con carácter: se quejó por no sentirse importante en el Mundial), gran profesional (en el City se ganó un puesto que no le aseguraron) y extraordinario futbolista, su traspaso es casi imposible. Pero recordando cómo Bernabéu se adelantó al fichaje de Molowny por el Barça (envió a Quincoces a Canarias en avión, mientras el hombre del Barça iba en barco), quizá todo sea posible.