Hubo que agarrarse a Iniesta

Seguimos con el susto en el cuerpo. Desde que Chile nos dio un pequeño meneo en el pasado Mundial, no lo habíamos visto tan negro como ayer contra Italia. Ni nos servía la posesión para crear peligro ni fijábamos al rival. Apenas un par de genialidades de Iniesta nos recordaban a la Selección que tan mal acostumbrados nos tiene. Pero no era suficiente. No creo que fuera la ausencia de un nueve puro el motivo del atolondramiento. Simplemente que los rivales nos tienen muy calados.

Pero las cosas cambiaron cuando Iniesta tomó el mando. Pese a que a su posición pegada a banda no le beneficiaba, sacó el jugador genial que lleva dentro. Eso asustó a Italia. Lástima que cuando peor lo pasaban llegara el gol de Di Natale. Y lo digo porque aunque luego empatamos, Andrés se difuminó y ya no creó más peligro. Para el futuro lo mejor es comprobar que Iniesta está fresco mental y físicamente. Puede ser el jugador decisivo. Otra vez.