Italia es el campeón de la maldición
La última mala noticia en la selección italiana es la baja de Barzagli, uno de los cuatro campeones del mundo que quedaban con Prandelli, además de Buffon, De Rossi y Pirlo. Balotelli se retiró antes de tiempo del entrenamiento de ayer y hoy se sabrá si su lesión es grave o leve, como dicen. Estas son las últimas gotas que llenan un vaso con demasiados problemas y muchas incógnitas. Italia nunca partió hacia una competición importante como esta vez, en la que parece que haya ganado el título de campeona de la maldición o la mala suerte. Comparando los últimos tres amistosos de Italia perdidos con los tres últimos de España ganados, no hay la mínima esperanza de que el equipo de Prandelli pueda ganar el domingo al de Del Bosque en Gdansk.
El fútbol es raro y en un partido puede pasar cualquier cosa, pero la verdad es que Italia llega a este compromiso sin tener un equipo definido, porque más allá de los problemas, la pareja Balotelli-Cassano nunca ha jugado un partido oficial, Di Natale ha vuelto a la selección dos años después sin conocer a sus compañeros y Giaccherimi, que podría jugar el domingo, es el único entre los veintitrés que no ha jugado ni un minuto. La cosa más preocupante al final es la división interna en el equipo sobre el posible cambio de modelo táctico, desde el habitual 4-3-1-2 hasta el posible 3-5-2. Prandelli tiene dudas y estas son el primer enemigo de cualquier entrenador. Por eso Italia necesita un milagro. Ya es campeón de los problemas, que se le acumulan.