Despedida y cierre con incógnitas
El Mallorca pone fin a la temporada en casa del campeón y con la posibilidad de ganarse una cotizadísima plaza europea, algo impensable hace apenas un mes. Así de fácil se escribe una última jornada que los guiones más previsibles apuntaban a un Real Madrid jugándose el título con el Barça y a un Mallorca peleando por la permanencia en Primera. Pero ambos equipos han hecho sus respectivos deberes con tiempo y se presentan el último día de clase con objetivos tan dispares como curiosos. Curioso el de los madridistas, porque nadie en la historia del campeonato ha logrado sumar la escalofriante cifra de 100 puntos. Y curioso el de los mallorquinistas, porque hasta hace poco más de un mes sufrían por asegurarse la permanencia.
El Mallorca despide una campaña marcada por una reacción deportiva sublime si la comparamos con los disparates institucionales vividos. Pero centrándonos en lo deportivo, hoy puede ser la despedida y cierre de Chico, Castro, Zuiverloon, Joao Víctor, Tissone, Tejera y alguno más porque este club necesita hacer caja para sobrevivir y pagar lo que debe, que no es poco entre acreedores y Hacienda. Y no me olvido de Caparrós, que también podría decir adiós si entre él y Serra Ferrer no aclaran las conversaciones económicas, una vez que las deportivas parecen cercanas. Al final se repite la historia un año tras otro: se cumple con el objetivo de la permanencia y con el objetivo del desmantelamiento de la plantilla. Hay cosas que no cambian, unas para bien y otras no tanto.