Márquez parece no tener límites
Si tenemos en cuenta que en las tres primeras pruebas del año pasado Marc Márquez no logró ni un solo punto, y le hizo pasar las de Caín al campeón, Stefan Bradl, imaginen la que puede armar este año con 70 puntos más en su haber después de disputar las mismas carreras. De este chaval de Cervera hemos dicho de todo y mucho más, pero después de verle correr dan ganas de empacharse de halagos hasta caer en la adulación. No les quepa ninguna duda de que Marc será campeón del mundo en 2012 y que antes del 2015 lo será también de MotoGP. Valentino ya tiene sucesor. Y qué sorpresón nos está dando Pol Espargaró con la Kalex. Sigue tan valiente como siempre, pero este año, mucho más maduro, se ha aliado con la astucia y el resultado ahí está.
Muy diferente ha sido lo sucedido en MotoGP. Ha sido una carrera vulgar, una persecución estéril de Lorenzo y Pedrosa tras un descomunal Casey Stoner. El australiano es un piloto excepcional, de lo mejor que se ha visto sobre un circuito (el derrape que ha hecho sobre el piano es para enmarcarlo), pero su personalidad es como la del doctor Jekyll y Mr. Hyde. En Estoril le ha tocado ser modélico. Detrás de él ha hecho lo que ha podido Lorenzo. La Yamaha es deliciosa en la curvas, pero respecto a la Honda es mansa cuando acelera y perezosa en las rectas. O mejoran la M1 o Jorge va a sufrir mucho. En cuanto a Pedrosa, nada que objetar, sigue a lo suyo. Si ve que no llega no va a arriesgar, no quiere caerse. Ya llegará su momento, el Mundial es muy largo.