La soledad de Mou y el City
Llega lo decisivo. Estamos en el tramo fi nal de la temporada. Aquí se decide todo. La tensión es máxima. En el Real Madrid lo saben. Y lo sufren. Sus futbolistas viven instalados en la ansiedad desde hace algunas semanas. La victoria en el Vicente Calderón les permitió suspirar aliviados. Y todo gracias a Cristiano Ronaldo, que se reivindicó a lo grande el pasado miércoles. Ese futbolista acusado de egoísta en muchas ocasiones, y casi siempre de manera injusta, dio la cara por el club como no hizo ningún otro. A la mayoría les quemaba el balón y algunos se escondieron, lo que resulta más grave.
Solo y cansado. Mourinho, mientras, se mantiene en un prudente segundo plano. Quiere mostrarse poco. El portugués se siente solo, tremendamente solo, y cansado. Lo suyo ha sido una cruzada contra los árbitros, el Barça, la Prensa y las estructuras de su propio club. Los directivos merengues son, en su mayoría, elementos decorativos sin voz ante la opinión pública y su presidente, Florentino Pérez, se mantiene en el silencio permanente. Pues Mou ha dicho basta.
Mirada a Barcelona. El técnico portugués observa con envidia cómo se mueven en Can Barça. Allí habla el portavoz, el vicepresidente primero, el segundo, el tercero y el vocal, el director deportivo, el asesor del Presidente y hasta el propio Sandro Rosell. En el Real Madrid, habla Butragueño, sólo en las televisiones de pago tras los partidos, y Eladio Paramés, el travieso twittero amigo de Mou.
Como en el Inter. Quedan dos meses decisivos y Mourinho sabe que su credibilidad depende de lo que ocurra al final. Una foto del portugués en el Camp Nou, levantando los brazos tras eliminar al Barça con el Inter de Milán, decora su despacho. Sueña con que se repita esa imagen. Es su ilusión, su obsesión. Quiere ganarle al Barça y acabar con la hegemonía culé. Pero el desgaste por estos dos años en el Real Madrid le están pasando factura. Se siente querido por la afi ción, pero necesita más. No puede hacer que el club se mueva a su ritmo y tampoco ha conseguido que le sigan sin rechistar jugadores muy importantes de ese vestuario.
Y mientras... El Manchester City le espera con los brazos abiertos. El club inglés le ha prometido hacerle un equipo a su medida, con refuerzos muy importantes. Mou ha pedido tiempo, algo de tiempo. En Inglaterra intuyen que si lo gana todo abandonará el Real Madrid y que si lo pierde todo, también. El tiempo dirá... Y Punto Pelota.