La Sepia puede con todo

La Sepia puede con todo

No hay nada que se proponga que no consiga. Nació sin brazos, pero con un espíritu, una determinación, una inteligencia y una fortaleza mental tan extraordinarios que le permitieron superar desde niño su discapacidad física. No ha dejado de jugar al fútbol, de nadar, de estudiar, de escribir, de viajar por medio mundo El suyo es, sin duda, uno de los mejores ejemplos de superación personal, del triunfo de la mente sobre el cuerpo. Un ejemplo que, lejos de detenerse, sigue agrandando sus episodios.

Independiente, inquieto, atrevido y, como buen aragonés, terco para los reveses, Javi hizo carrera en el periodismo y ahora pelea duro para hacerla también en el deporte, en esos Juegos Paralímpicos de Londres que tiene metidos entre ceja y ceja desde hace tres años. Ya ha conseguido las marcas mínimas para dos pruebas y sueña con subir al podio en los 150 estilos.

Su vida es un constante desafío, una búsqueda permanente de retos, emociones y satisfacciones, personales y profesionales. Zaragocista hasta la médula, tuvo el gran privilegio, tras aparcar por unos minutos el ordenador portátil en plena crónica, de dar la vuelta olímpica en Montjuïc la noche del Galacticazo, cubierto hasta los tobillos con la camiseta de Ponzio y junto a Gabi Milito y Galletti, tres de sus grandes amigos en el deporte. Ahora, la Sepia Hernández, apelativo propio que define al pelo su mirada sin complejos, se prepara para hacer historia en Londres 2012, con la misma fe que el que mueve montañas.