Boonen es el rey de Flandes

Me preguntaba Antonio Alix que por qué digo (y escribo) Tour de Flandes, en lugar de Vuelta a Flandes o Ronde Van Vlaanderen. Y la verdad es que digo Tour de Flandes porque lo he mamado así desde chaval, igual que utilizamos los términos Giro de Italia o Tour de Francia, en un cocktail de idiomas muy propio del ciclismo. Espero que tanto los aficionados flamencos, como los puristas del castellano y de la RAE, sepan disculparme por ello.

En aquellos años de ‘chaval’, allá por los 80, tampoco seguíamos mucho el Tour de Flandes, la verdad. Ni los aficionados, ni la mayoría de periodistas, ni los ciclistas españoles. A este tipo de carreras nos hemos ido enganchando con el tiempo, y ahora las hemos convertido en uno de los momentos cumbre de la temporada. Los muros y el pavés flamencos son siempre una garantía de espectáculo, la evidencia de que el ciclismo no se reduce a los puertos, a las contrarreloj y a la cultura vueltómana.

En ese escenario, este domingo esperábamos con ansia el duelo entre los dos grandes especialistas del momento en las clásicas adoquinadas: Tom Boonen y Fabian Cancellara. Al final nos hemos quedado con las ganas, porque ‘Espartaco’ sufrió un enganchón en el avituallamiento y tuvo que ser evacuado de urgencia con una triple fractura de clavícula, por lo que se perderá también la París-Roubaix.

El accidente de Cancellara cambió radicalmente el guión de la carrera… ¿Quién iba a pegar ahora el arreón lejano? Al final los animadores fueron dos italianos: Alessandro Ballan, que ya venció en 2007, y Filippo Pozzato, seguramente el ciclista más fuerte de la carrera, como demostró con sus arrancadas en los dos últimos muros: Kwaremont y Paterberg. Pero como suele suceder muchas veces en este tipo de clásicas, al final no siempre gana el más fuerte, sino el más pillo o el más experimentado.

En los kilómetros finales, Ballan sabía que era el menos rápido de los tres, así que probó a arrancar hasta tres veces, sin éxito. Si Pozzato hubiera seguido el juego e intentado remachar, seguramente ahora uno de los dos italianos sería el ganador. Pero alguna debilidad debió ver ‘Pippo’ en Boonen cuando decidió reservarse para jugársela al sprint. Efectivamente, ‘Tommeke’ no iba súper como otras veces, y así lo reconoció en las declaraciones posteriores, pero este año ya había demostrado con creces su buen punto de forma y de velocidad... Era una apuesta demasiado arriesgada para Pozzato.

El caso es que el 'Pippo' se equivocó de alternativa y dejó escapar una buena oportunidad, mientras que Boonen tiró de veteranía y sumó una histórica tercera victoria (también venció en 2005 y 2006), con la que empata el récord que hasta este domingo compartían otros tres belgas, Johan Museeuw, Achille Buysse Eric Leman, y un italiano, Fiorenzo Magni.

¿Y los españoles? Pues al contrario que cuando yo era ‘chaval’, ahora se asoman al pavés sin complejos. En la primera escapada gorda estuvieron el neoprofesional de 22 años Peio Bilbao y el veterano de 36 Pablo Lastras. Luego, en los momentos calientes de la carrera se pudo ver a Juan Antonio Flecha, el único que ha visitado el podio en De Ronde (3º en 2008), y a Óscar Freire, el mejor español en la 12ª posición. Por cierto, viendo hoy al triple campeón mundial me asalta una pregunta: ¿Si hubiera puesto más ahínco en esta carrera, no podría haber optado alguna vez a la victoria? Pues yo creo que sí…

Quien seguramente sí ganará esta clásica algún día será Peter Sagan, a quien sólo la inexperiencia, la ansiedad y algo de infortunio le privaron del podio. No pasará mucho tiempo para verle reinar sobre el adoquín… Como ahora hace Boonen.

Lo más visto

Más noticias