Lo mejor de Mireia está por llegar

Lo mejor de Mireia está por llegar

De Mireia Belmonte llevamos sabiendo hace tiempo. Entre otras cosas, porque no ha surgido de la nada: con 16 años fue doble campeona mundial en la categoría júnior. Cultivó su carrera añadiendo mucho trabajo a sus buenas condiciones, y las medallas fueron cayendo: campeona de Europa absoluta con 18 años, y reina de Dubai y de Szczecin. Allí ganó, respectivamente, cuatro medallas en los Mundiales 2010 en piscina corta y otras tantas en los Europeos 2011 de la misma modalidad, con un desglose de siete oros y una plata. Un portento. Pero a Mireia le ha faltado ratificar esos éxitos en unos Mundiales absolutos o en unos Juegos Olímpicos. Es su asignatura pendiente. De Londres no pasa.

Por lo pronto va a intentar clasificarse para seis pruebas, que unidas al relevo supondrían un total de siete. Parece una barbaridad, pero con su talento y un volumen de entrenamiento brutal, puede con eso y más. Otra cosa es que sus posibilidades de medalla en Londres se reduzcan sólo a las modalidades de estilos y mariposa, que no es poco. Mireia está destinada a hacer algo grande, y en el mundillo de la natación nadie duda de que lo conseguirá una vez que se libere de la presión con la que compite en los grandes campeonatos. A partir de hoy se prueba a sí misma en búsqueda de esas seis mínimas; en cuatro meses estará compitiendo por convertirse en la mejor nadadora española de la historia.