Hoy te toca aplaudir al Pipita
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La imagen de Mourinho regañando a Higuaín por su aparente indolencia en Vallecas produjo un shock a todos los que nos consideramos devotos de la Religión Higuainiana. Reproches justos porque nuestro Pipita estaba tristón, apático, como fuera de onda. Vamos, que no era él. El auténtico Higuaín es un carro de combate capaz de atravesar los Urales sin sufrir un rasguño. Un jabato que anticipó el adiós de Ronaldo y sobrevivió a la competencia con Van Nistelrooy, Raúl, Soldado, Huntelaar y el propio Benzema (Pellegrini puso de titular a Karim de inicio, pero el argentino se lo devoró). Higuaín nos ha dejado fotos para la memoria y conviene no olvidar de dónde venimos para saber dónde vamos. Su gol en Pamplona bajo la lluvia, el agónico, precisamente ante el Espanyol, en la Liga del Clavo Ardiendo, su arrancada titánica en Huelva para dar pie al gol heroico de Roberto Carlos...
De Pipita no se puede dudar. Cierto que ha bajado su nivel habitual y que el gran Benzema se ha ganado la titularidad con su talento desatado y su capacidad infinita para asociarse, pero el franco-argentino se merece un apoyo caluroso y sereno de un Bernabéu que, por encima de todo, le quiere como si hubiese salido de Valdebebas. En realidad, es un canterano. Llegó con 19 añitos recién cumplidos y aquí se ha hecho hombre, futbolista y persona. Propongo al Bernabéu que hoy le ovacione cada vez que toque la pelota. Es uno de los nuestros. Mourinho, hoy te toca aplaudirle. Pipa, crack.
