El mejor Rayo posible

Yo vi, con ojos de adolescente, aquel 3-2 del 77 y aunque el paso del tiempo apenas ha alterado las emociones, se ha llevado muchos detalles de aquella mañana. Pero apostaría a que este Rayo fue mejor que aquel día ante un Madrid con futbolistas muy superiores a los de entonces. No recuerdo, en realidad, a un Rayo tan por encima del Madrid en ninguna de sus victorias. Tampoco tan valiente. Por eso (y por el desahogo en la tabla), la derrota resultó casi indolora.

El partido no dejó puntos en Vallecas, pero sí algunas certezas: la plantilla es notablemente mejor que la de la primera vuelta, arriba (Diego Costa y Armenteros) y abajo (Joel y Pulido); Sandoval le ha quitado los complejos de modesto y le ha dado un valor torero que tiene traducción numérica: 18 puntos fuera de casa; y a los futbolistas les puede más el hambre de gloria y las expectativas de futuro que el plomo de una ley concursal. El valium de los 42 puntos está a un paso.