Semifinales con trampa incluida
El derbi madrileño trajo al fin algo de emoción a los cuartos de final de la Copa del Rey, aunque ninguno de los cuatro choques brindó un desenlace taquicárdico. Esperemos por tanto que la intensidad aumente en semifinales. De otro modo se confirmará que el Sant Jordi, por estructura o infortunio, no es un escenario propicio para el baloncesto. En teoría, el Barça Regal y el Real Madrid saldrán como favoritos para colarse en la final, pero hay más riesgo del que parece en tal pronóstico. El Caja Laboral, aunque inferior al cuadro catalán en todas las posiciones (sobre todo pívots), tiene carácter y recursos suficientes para la sorpresa. Pero es en la otra semifinal donde hay más incertidumbre, a la vez que absoluta disparidad de estilos.
En el Real Madrid predominan la juventud, el ataque, la velocidad, el riesgo. El Banca Cívica apuesta por la defensa, el control, la estrategia. Ayer logró que la estrella del Unicaja, el británico Joel Freeland, tardase 25 minutos en lograr su primer punto. La defensa sevillana es como una ameba que se cierra cuando el balón entra en la zona. Sólo con pases certeros y rápidos puede superarse. Joan Plaza tiene un buen quinteto titular, muy compensado, así que Pablo Laso intentará que se abra la pugna a los reservas. Eso, claro, aparte de no ceder rebotes e imponer el ritmo de juego, que será clave. En ese sentido no quiero ser maligno para los madridistas, pero Earl Calloway me suena muy parecido a Bo McCalebb.